Conexión
Los procesos de crecimiento, en muchos casos, empiezan desde el dolor del alma. Estos abren la oportunidad de poder observar la realidad desde una perspectiva que quizá nunca se hubiera podido alcanzar. La melancolía permite tocar el corazón en un momento y nos recuerda lo fuerte que el hombre es para asumir su realidad. Y es ahí donde nace la fuerza de la vida por seguir descubriendo espacios de gozo que no sustituyen a ningún otro, pero si los complementan y enriquecen para crear una nueva realidad quizá más rica y con más matices que forman parte de ese nuevo lugar.